A ti…. que invades o mandas invadir la libertad, la cultura o la nación de otros, que aplastas los hogares y separas las familias, que encierras más oscuridad que luz y cuyo poder y codicia han cegado tus decisiones.
A ti.. que ocupas un cargo político, que hace tiempo olvidaste el significado de servir al pueblo que te permite estar donde estás, que no dudas en llenar tus bolsillos a costa de otros y que acometes estúpidas e innecesarias inversiones que nadie más que tus amigos desean emprender.
A ti… empresario, directivo, banquero, capitalista o inversor, que te dejas arrastrar por la codicia y el poder que ostentas, que has olvidado por completo la belleza de la especie a la que perteneces y del planeta que habitas, que no dudas en pasar por encima de los derechos y las libertades de otras personas rindiendo culto al poder y al materialismo exacerbado y que te vales de la impotencia de los más pobres y el control de los indefensos.
A ti…comunicador y medio de comunicación, que distorsionas las pocas verdades que te atreves a divulgar, que etiquetas como relevante informaciones prescindibles, que sabes perfectamente lo que no quieres que otros sepan y lo que otros deben saber para manipular sus mentes y sus corazones.
A ti…que contaminas nuestro aire, nuestro mar y nuestra sagrada tierra, que acabas con la vida que quiere seguir viviendo y que has convertido la muerte de seres en tu negocio o en tu forma de entretenimiento.
A ti… que matas, que causas dolor, que torturas, que envenenas, que violas y que llevas por bandera la ira y la violencia.
A ti… que no quieres despertar, que no te importa lo que pasa en el mundo, que prefieres girar la cabeza y vivir engañado antes que consciente, que has perdido la esperanza por los tuyos y por ti.
A ti…que me has hecho tanto daño y por quien tanto rencor he guardado.
A ti….que estás en esta larga lista…TENGO ALGO QUE DECIRTE:
LO SIENTO... te he echado la culpa de todas las desgracias de mi vida, de la vida de otros y de las de nuestro mundo.
..te he usado como excusa para proyectar mi ira y mi rabia, convirtiéndote en un enemigo que sólo existía en mi mente.
..y además he juzgado y etiquetado injustamente a otras personas simplemente por el hecho de que me recordaban a ti.
Lo siento.. he creido que un pasado lleno de dolor era más importante que un presente lleno de oportunidades.
..he llenado mis relatos, mi mente y mi corazón de historias tristes y dolorosas, queriendo ganar la atención de otras personas, cuando en verdad la vida siempre me ha estado dando la oportunidad de llenar mi vida de luz.
..Y encima te he echado la culpa del dolor que llevo en mi corazón y de la pesada carga que no me permite avanzar, cuando en realidad siempre he sido yo el que decidía cargar con ambas cosas.
PERDÓNAME…..Por haber deseado tantas cosas malas para ti y para lo tuyos. No sabía lo que decía y no veía lo que ahora veo.
..Por haberte deseado sufrir el mismo dolor que yo he pasado, sin darme cuenta que yo siempre era el que elegía convertirme en víctima, en vengador o en rencoroso.
..y por encontrar siempre excusas para no amarte y por creer que eras un ser desalmado y sin corazón.
Perdóname… por haber creido que tú no tienes derecho a equivocarte, ni oportunidades de enmendar lo que algún día decidiste hacer.
..por haber utilizado la experiencia que tuve contigo como la excusa perfecta para no ser más bondadoso, más brillante y más sincero con los demás y conmigo mismo.
..y por aprovecharme de tu existencia, de tus actos y tus palabras del pasado, como excusa para no intentar vivir ahora la vida que yo deseo vivir.
Perdóname porque sé que lo que para uno es un error para otro puede ser un gran decisión.
Espera….hay algo más que tengo que decirte:
TE AMO…sí, te amo, como nunca antes hubiera podido imaginar que iba a hacer.
Te amo porque sé que eres como mi hermana/o, sé que también tienes un gran corazón y que te mereces la oportunidad de abrirlo y de sanar tus heridas.
..Porque sé que en tus decisiones siempre has querido hacer lo correcto desde tu punto de vista.
Te amo porque sé que la luz de mi corazón así llegará al tuyo y porque sé que así ambos podemos sanar nuestra relación.
..porque eres un hijo de Dios, eres perfecto tal y como eres y porque formas parte inseparable del todo.
..y porque sé que más allá de los actos y de las formas siempre existe un plan perfecto y una muestra de la divinidad.
Te amo porque ahora ya puedo reconocerte. Tú eres yo y somos lo mismo.
Y finalmente…
GRACIAS...Por haber sido un maestro para mí. He aprendido tanto por todo lo que me pasó. He mejorado tanto como persona que ahora reconozco el valor de tu paso en esta vida por la Tierra.
..Por ser uno de los detonantes de los cambios de mi vida, por contribuir a que ahora camine por esta senda y por ayudarme a reconocer en ti el principio universal de causa/efecto.
..Por darme la vivencia perfecta para que yo entienda que hay algo en mi que debo cambiar, que debo abrir mi corazón y que mi alma desea fuertemente que inicie mi propio proceso de crecimiento espiritual.
Gracias por ser quien eres, por estar aquí y por darme la oportunidad de haberte conocido.
– – – – –
Lo que acabo de hacer es algo que te recomiendo encarecidamente que también hagas tú. Se trata de un simple pero poderoso un ejercicio de PERDÓN desarrollado por Morrnah Simeona (1913-1992), que entonces era Kahuna Lapa’au o sacerdotisa sanadora de Hawaii. Su metodología en realidad está basada en el antiguo y tradicional Ho’ponopono Hawaiano que desde tiempos inmemoriables se ha practicado como una forma de sanación emocional, mental y espiritual basada en el perdón.
El ejercicio consta de 4 pasos, que deben iniciarse respectivamente con las palabras Lo siento, Perdóname, Te amo y Gracias. Suele resultar desconcertante que para perdonar a alguien uno tenga primero que decir las palabras ‘lo siento’. Pero si lo piensas bien es totalmente coherente, puesto que de lo contrario no existiría un perdón real y profundo desde nuestro corazón. Es decir, si cuando piensas en la persona que TANTO DOLOR te ha causado o por la que TANTO RENCOR sientes, y luego no eres capaz de decirle “Lo siento”, entonces es que aún no estás preparada/o para perdonar. No obstante, te diré un pequeño secreto que contiene este ejercicio: Los resultados del mismo trascienden tus pensamientos y por ende tus sentimientos. Con ello no quiero decirte que por el simple hecho de haber “recitado” su fórmula conseguirás a modo de “conjuro mágico” que las heridas de tu corazón se sanen de inmediato. No, no es simplemente así. Pero…. algo así empieza a suceder porque resulta que…la vida tiene más de mágico que de lógico….¿verdad?
Lo que quiero decirte es que por muy profundas que sean esas heridas que llevas contigo o por muy mala que sea la actitud, las palabras o las intenciones de la persona/s que tanto te cuesta aceptar….debes perdonarlas. Perdónalas porque no necesitas esa pesada carga y porque sólo así podrás avanzar como te mereces en este camino.
¡Ah!…Por cierto, no olvides perdonarte a ti mismo.
Hasta pronto
Luis