Acabamos de pasar la celebración del Samhain celta, más conocido como día de todos los santos o Halloween. Este año decidimos acercárnos a uno de los misterios de la tradición celta. El viaje al inframundo,
Para los que no lo sepáis El 1 de noviembre a las 00:00 se abre un portal, una brecha entre el mundo de los espíritus y nuestro mundo que permite el tránsito en ambas direcciones y la conexión con ese misterioso universo donde reposan los espíritus y la sabiduría más ancestral de la humanidad.
uno puede acceder para nutrirse de ese saber pero… Existe una condición: hay que estar dispuesto a morir… Al menos una parte de ti, para luego renacer al mismo tiempo. Ese es el interesante matiz a tener en cuenta. Se trata de un viaje de transmutación.
Pues bien, siguiendo con la tradición celta, el tejo es el guardián de ese portal. Y sin duda fue nuestro aliado, guía y maestro para nuestro… viaje. El lugar escogido fue un escenario perfecto. El monasterio de Lluc, en Mallorca, el único lugar en esta isla donde uno puede encontrarse un hermoso paseo con 23 tejos alineados formando un pasillo justo delante de la entrada principal del monasterio. Me pregunto quién tuvo la curiosa y oportuna idea de plantarlos en ese lugar tan especial. Gracias por haberlo hecho.
Hablemos antes un poco del tejo.
El tejo ha sido uno de los árboles más venerados a lo largo de la historia. Está presente en muchas culturas indígenas y pre-célticas que conocían su poder como fuente de conocimiento experiencial oculto y guardián de un lenguaje de sanación y rejuvenecimiento.
Podemos encontrar antiquísimas representaciones del tejo, dibujos simplificados de sus características hojas aciculares, en donde puede verse el carácter sagrado de este árbol, o mejor dicho de su espíritu.
El tejo está relacionado con el mundo de los muertos pero también con el nacimiento, puesto que lo hemos encontrado tanto en cementerios como en representaciones en antiguas salas de parto. Nacimiento, vida y muerte unidos en mismo ciclo infinito y representado y expresado genialmente por el propio árbol milenario. Hay tejos de más de 5000 y 6000 años de antigüedad. Uno ve sus ramas curvándose y extendiéndose a lo largo , entrando en la tierra, uniéndose con las raíces que a su vez salen hacia fuera Como nuevos brotes. Copa y raíces se funden y forman el árbol de la vida eterna.
El tejo también representa el equilibrio de las fuerzas, de las energías femeninas y masculina. La identidad perfecta y deseable, el rebis de los alquimistas. Los tejos pueden cambiar de sexo a lo largo de su vida. Los tejos hembras son los que producen sus deliciosos frutos. Lo único realmente comestible en este árbol. El resto puede matarte por su toxicidad. De hecho creo que los tejos son tan venenosos precisamente para dejar bien claro que se trata de un ser poderoso.
Existen mucha toponimia relacionada con los tejos. Sin ir más lejos aquí en Mallorca tenemos la montaña es Teix, que quiere decir tejo, y también la sierra d’es teixos. En el norte de España es aún mucho más frecuente encontrarse lugares con nombres asociados al árbol sagrado. De hecho aún pueden verse tejos junto a antiguas parroquias y en cementerios, vestigios de un pasado muy remoto que nos recuerda el culto que existió entonces en lugares de la naturaleza.
En cuanto a nuestro trabajo el día 31 de octubre, fiesta de Samhain, puedo deciros que fue una experiencia increíble y ciertamente transmutadora. No puedo daros muchos detalles porque se trata de algo muy personal pero sí puedo aseguraros que cobijados bajo la copa de un tejo que previamente te ha dado su permiso, la conexión siempre es mucho más fluida.
Personalmente desde hacía meses llevaba preparándome para una experiencia que no tenía muy claro lo que iba a pasar pero sí sabía que tenía que hacerla. No creo que sea algo que pueda hacer cualquier persona alegremente ni que se pueda hacer en cualquier momento. Más bien pienso que se trata de un trabajo serio y muy profundo que necesita el beneplácito, el permiso y la guía del Tejo.
La experiencia con el espíritu del Tejo nunca es igual para todo el mundo. El tejo es una fuente inagotable de sabiduría y experiencias ocultas que no se pueden anticipar. Es imposible saber que es lo que nos espera más allá de su sola presencia. Debemos entender que el espíritu del tejo es el que decide si hace algo con nosotros o no. Partiendo de esta base uno debe tomar la decisión si quiere o no acercarse a vivir una experiencia junto a él. Yo recomiendo encarecidamente que la decisión sea sólo originada en el corazón y no en nuestra mente. Es decir desde el sentir más profundo.
Si queréis más información os recomiendo que echéis un vistazo al trabajo del escocés Michael Dunning que lleva años explorando a nivel experiencial el mundo oculto de los tejos.
