Todo empezó aquí, en Alaró. No sólo porque vivimos en este encantador e interesante pueblo de la sierra de Tramontana, sino porque precisamente nos llegó la información durante un trabajo con sus dos montañas gemelas.

Era a principios de julio de 2013. Estábamos trabajando en la limpieza energética y el equilibrio masculino/femenino creado entre las montañas de Alaró, las cuales actúan como un portal que canaliza y libera energía hacia el resto de la isla. Por cierto no es casualidad que éstas se encuentren ubicadas prácticamente en el centro de la sierra de Tramontana. Fue al concluir este trabajo cuando nos dimos cuenta de la interesante relación y simetría que existe entre ambas montañas y el pico más alto de la isla, el Puig Major, el cual se puede apreciar justo detrás del portal que crean las montañas gemelas.
Días mas tarde empecé a recibir mucha información de mis guías sobre la gran montaña de Mallorca y el importante papel que tiene a nivel energético para la isla. El Puig Major funciona como una antena de emisión / recepción de energía. Recibe energía de otras montañas de la geografía Europea y emite energía a otros lugares de Mallorca y del archipiélago Balear, como luego veremos. No deja de ser irónico que justamente existan antenas y radares militares en su cima y que la construcción de éstas haya traído como consecuencia la ‘amputación’ de ese papel tan importante. Teníamos que actuar y sanar la montaña, limpiar su interior y restablecer las constancias vitales de la misma. Es decir el movimiento energético, el ritmo del flujo de energía, y el latir de su corazón de cristales. Pero lo más interesante de todo fue que me hablaron del siguiente gran proyecto que teníamos que atender después: La sanación de la Kundalini de Mallorca. Un gran proyecto que implicaría ubicar y trabajar con los principales vórtices energéticos de la isla. Todo sonaba muy interesante y motivador… pero antes teníamos que ocuparnos de otro ‘paciente’. La montaña más alta, significativa y perjudicada de la isla. El Puig Major.
El Puig Major

Digo perjudicada por una larga lista de desafortunadas decisiones que se tomaron allá por los años 50, en pleno apogeo de la guerra fría y el fervor militarista de la OTAN y cuando nuestros queridos gobernantes se dejaban comprar con baratijas y pequeños regalitos a cambio de entregar e hipotecar la tierra de su pueblo, que ni si quiera les pertenecía. En aquel entonces vendimos nuestra alma y permitimos que se construyese en la cima del Puig Major una base militar con radares que iban a controlar gran parte del querido Mare Nostrum. Para tal fin fue necesario truncar literalmente su cima, dinamitándola hasta reducir en casi 9 metros su altura original. Se hicieron más barbaridades, la lista continúa. La carretera de acceso a dicha base miltar fue un despropósito total cuyo impacto medioambiental, paisajístico, cultural y telúrico se ha padecido hasta nuestros días. También mencionaré otra más… la construcción del embalse del Gorg Blau y la canalización de sus aguas. Para ello se decidió arrancar de raíz un bosque de encinas milenario (algunas encinas eran tan grandes que tuvieron que recurrir a la dinamita), las aguas del embalse acabaron cubriendo los restos de un santuario de cultura talayótica, impidiendo a las generaciones futuras poder acceder a ese lugar.
El primer trabajo
El día 13 de Julio de 2013 iniciamos el proyecto de la Kundalini de Mallorca con el tranbajo del Puig Major. El interior de la montaña estaba tan contaminado que tuvimos que dedicarle mucho esfuerzo y recibir ayuda desde ‘arriba’ para dejarlo listo para la segunda parte. Ésta, tal y como nos habían indicado, fue como si nos hubiesen traído un paciente en estado crítico al quirófano, al que debíamos comprobar y restablecer sus constancias vitales. Es decir: su movimiento energético, su respiración y su pulso o latir de corazón. El movimiento energético estaba prácticamente inutilizado debido a los nudos y bloqueos que existían en su cima, y que había sido ocasionados por la construcción de la base militar. Hubo que desatar los mismos y estimular nuevamente la circulación de energía. La respiración era el siguiente paso, algo que debería producirse de manera automática como consecuencia de la interacción entre el Sol y la Tierra. Finalmente debíamos activar su corazón; un cristal gigante de calcitas que late en su interior y que irradia su energía a través del flujo que emana la cima.

Al finalizar este trabajo pudimos visualizar dónde se encontraba la ubicación del primer Chakra, el cual recibe la entrada de la Kundalini muy cerca de la isla de la Dragonera, al sur de la sierra de Tramontana.