Esta mañana mientras desayunaba un poco de pan tostado con jamon cocido se me ocurrió LEER el envase de plástico donde venía el mismo. Los ingredientes, es decir, LO QUE ME ESTABA COMIENDO según la etiqueta, era lo siguiente:
Jamón, sal, dextrosa, azúcar, estabilizadores (E-450, E-407), conservador (nitrito sódico) antioxidante (ascorbato sódico), especias, aromas, potenciador del sabor (E-621).
Me alegró mucho ver que entre aquellos ingredientes estaba el JAMÓN. -¡Menos mal! – pensé yo.
Jamás hubiese pensado que un simple embutido de procedencia industrial TIENE tantos químicos.
Me levanté, fui a la nevera y cogí un paquetito con un pastelito que suelo darle a mis hijos de merienda. ¿Quieres saber lo que ponía?
Ingredientes: azúcar, harina de trigo, leche (14%), yogur (11,8 %), grasas vegetales, leche desnatada en polvo (7,7%), jarabe de glucosa deshidratado, cacao desgrasado (4,5 %), aceite de mantequilla, jarabe de glucosa y fructosa, almidón de patata, margarina (grasa vegetal, agua) yema de huevo, emulgentes (E471, E472b, E475; con aceite de soja) gasificante (E450i, E500ii, E503ii), sal, aromas, lactosa. Puede contener trazos de frutos secos.
¿Por qué?
¿Es necesario añadir todo eso?
¿No existe otra forma de hacerlo?
¿SON BUENOS PARA MI SALUD?
Fueron las preguntas que surgieron de inmediato de mi cabeza.
No sabemos lo que estamos comiendo. O mejor dicho, no queremos saberlo. Sólo nos importa el sabor.
¿Está rico? Sí. Pues… pa’ dentro.
Es cierto que la ley se encarga de obligar a las empresas a que digan qué ingredientes contiene cada alimento. Pero lo paradójico es que la misma ley PERMITE que se usen ingredientes cuando NO TIENE forma alguna de probar si REALMENTE son beneficiosos O NO para la salud.
¿Te duele la barriga? No. Pues…. aprobado.
Más o menos (quizás exagerando un poquito) este debe ser el criterio para que la ley apruebe un ingrediente. El concepto de «efectos a largo plazo» DUDO MUCHO que la ciencia quiera entrar a investigarlo.
Ah… por cierto. La LEY somos tú, yo y todos los demás.
De esta forma nos volvemos a encontrar con dos TÓPICOs CULTURALES de nuestros días:
– «El fin justifica los medios» (el sabor es lo importante)
– «El mañana no importa». (El largo plazo no interesa)
Estos dos tópicos forman parte de la actitud esencial de la humanidad y ponen de manifiesto el bajo nivel de CONCIENCIA que tenemos.
No sirve de nada saber qué ingredientes tiene un producto si NO SABES qué diablos quiere decir lo que acabas de leer o qué tan bueno puede ser para tu salud. Pero TAMPOCO sirve de nada decir si algo es bueno o malo para tu salud si eso NO TE IMPORTA.
Luego la cuestión no es prohibir o permitir que ciertos ingredientes entren en nuestro cuerpo.
LA VERDADERA CUESTIÓN ES AYUDAR A QUE LAS PERSONAS SUBAN SU CONCIENCIA.
Si eso ocurre, la gente decidirá LIBRE Y CONSCIENTEMENTE si quiere comer sano o darse el «lujo» de saborear un pastelito repleto de químicos.
Si eso ocurre, las empresas fabricantes entenderán el importante papel que juegan en la salud de las personas, y decidirán LIBRE Y CONSCIENTEMENTE cómo quieren formar parte de la sociedad.
Si eso ocurre, las leyes practicamente sólo tendrían que RECORDARNOS los principios más elementales de cohesión social, porque TODOS ENTENDERÍAMOS que la sociedad debe escoger LIBREMENTE su propio destino.
No se trata de hacer leyes, sino de subir la conciencia de las personas.
Con cariño
Luis
luis@luisoterodelarosa.com
la verdad es que te felicito por todo , me encanta el trabajo que estas haciendo felicidades ,tambien por tu cumpleanos claro que si que me acorde te mando muchas bendiciones a ti y tu familia