
Hoy hemos estado llevando a cabo un trabajo de activación en el Talayot que está justo en una esquina donde empieza la carretera que conduce a Son Serra de Marina. Seguramente lo habréis visto muchas veces, es muy bonito y es una pena que casi nadie se pare a conocerlo. Pues bien hoy le hemos hecho una visita y me ha sorprendido muy gratamente la energía tan alegre que emana.
De entrada nos encontramos con muchas flores de diversos colores que parecían que las habían colocado expresamente a su alrededor. Luego entramos en su interior y descubrimos que algunas de sus piedras ‘curiosamente’ se balanceaban de un lado a otro cuando estabas sobre ellas. ¡Como jugando con un columpio! Y es que en ese Lugar se respira un aire claramente infantil y tierno. Qué pena que esté un poco abandonado.
Al llegar a casa descubro que ese Talayot es conocido ‘casualmente’ como el de Sa cova de sa nineta (la cueva de la niñita). Ya os podéis imaginar que gracia me hizo ese sincronismo. Y es que no existen las casualidades. Todo está tan increíblemente entrelazado…
Así que hoy, seguramente, una niñita desde algún lugar de un mundo invisible pero real y cercano, se habrá alegrado de tener nuestra visita. Al menos lo he sentido así.
Hasta pronto