En este episodio Luis Otero profundiza en cómo los desafíos de la vida, comparados con un tsunami, nos empujan hacia el crecimiento y la superación. A través de una narrativa personal y reflexiva, Luis invita a sus oyentes a ver estos retos no como barreras, sino como oportunidades para fortalecerse y evolucionar espiritualmente. Subraya la importancia de mantener la fe y el coraje en momentos de incertidumbre y alienta a confiar en la propia intuición y resiliencia frente a las adversidades. Este episodio es un recordatorio poderoso de que, a pesar de las tormentas que podamos enfrentar, cada uno tiene el poder interno para superarlas y transformarse.
Transcripción del Episodio
[00:00:18] ¿Muy buenas, qué tal? Un saludo, bienvenidos a la cabaña del bosque y a un nuevo episodio.
[00:00:24] Un episodio que tengo que admitir que ha tardado mucho en gestarse.
[00:00:30] He tardado mucho en conseguir que este episodio estuviera listo porque me han pasado muchas cosas en los últimos dos, tres meses y me voy a atreverme a compartirlos aquí en el episodio, en esta entrada. Algunas de esas cosas, algunas veces me he encontrado que lo que había grabado, lo que había, el contenido, la forma en lo que había, como lo había grabado, no me terminaba de convencer, me echaba para atrás, me autocensuraba.
[00:01:01] Luego, posteriori me daba cuenta de que estaba siendo muy injusto conmigo.
[00:01:08] Estaba siendo injusto conmigo porque porque uno nunca llega a saber cuál va a ser el alcance de sus palabras.
[00:01:15] Y en este caso, pues en cada episodio de los podcast, pues yo realmente no sé quién lo escucha o lo que puede provocar mover en las personas, en los oyentes y más allá de su escucha. Entonces me di cuenta que no era justo el censurar todas las palabras desde mi punto de vista. Me di cuenta que era más importante que empezar a confiar en que lo que había dicho pues sonaba como sonaba y que al final alguien lo iba a escuchar con mis pequeños errores de edición y con mis dudas, con mis silencios, pero tremendamente humano y humilde, porque al final, sabéis que el que se dedica a este tipo de actividades, en la mayoría de los casos, pues lo hacemos por amor al arte, por puro altruismo. Entonces uno tiene que encontrar los momentos para sentarse, rayar cuatro ideas, luego ponerse delante del micro, hablar, editarlo y convertirlo en un material que sea más o menos presentable. Entonces, pues es como de andar por casa. Y os confieso que al final es eso, es un es un material, es un contenido de andar por casa, pero que al final no se queda en casa, sale más allá de los límites de esta casa, de esta cabaña y sé que llega pues a las fronteras que tenga que llegar y ya no está en mis manos eso.
[00:02:45] Así que por la misma razón que el aleteo de una mariposa se puede convertir en un huracán al otro lado del planeta, pues yo pensé, bueno, pues vamos a ver qué pasa con las palabras. Aunque a mí no me guste cómo suenan o tampoco me guste demasiado el tono, igual de pronto hay alguien que encuentra algo que efectivamente le mueve y le gusta.
[00:03:14] Hay una gran paradoja en este episodio de hoy y no puedo evitar compartirla en esta introducción.
[00:03:25] El contenido principal de este episodio lo grabé hace dos meses. Sí, sí, se dice pronto, pero fueron dos meses, dos meses largos.
[00:03:34] ¿Y por qué hasta el día de hoy? No he podido lanzarlo, publicarlo, pues porque además estaba viviendo algo en mi vida que curiosamente estaba relacionado con el tema principal de este episodio, al cual pues decido titular como un tsunami. ¿Cómo sobrevivir a un tsunami? ¿Qué pasa en tu vida cuando te arrolla un tsunami?
[00:03:59] Entenderme que es una metáfora, una metáfora que viene a describir lo que lo que uno está a punto de vivir cuando ve que le va a arrollar algo que no puede parar, que no sabe ni cómo parar, que no sabe ni qué hacer, que es muchísimo más grande que tú y que por más que te quieras esconder o poner a salvo, simplemente te va a alcanzar.
[00:04:25] Pues eso mismo que explico a lo largo del episodio, pues lo he vivido, lo estoy
viviendo en estos en estos momentos.
[00:04:35] Así que ya os adelanto que cuando concluya este episodio voy a compartiros en otro próximo episodio cómo se está viviendo en presente esa situación, de qué manera la estoy encajando y qué aspectos de mi personalidad se están viendo trastocados, movidos, emocionados, en presente, en primera persona, narrados desde la vivencia de un corresponsal de guerra en medio del tiroteo entre dos bandos enemigos.
[00:05:12] Ahí pues me voy a encontrar yo. Voy a narraros algunos aspectos que estoy viviendo en este momento que están relacionados con el tema de este episodio de hoy, pero que han aportado a lo largo de estos dos 3 meses una nueva perspectiva para mí, muy enriquecedora, muy bonita, no exenta de cierto sufrimiento personal y emocional, pero que necesito compartiros. Y para no extenderme demasiado, lo haré en 1 s episodio.
[00:05:48] Así que si me lo permitís, doy paso al episodio de hoy. ¿Cómo sobrevivir a un tsunami? ¿Cómo se vive un tsunami? ¿Qué es eso de estar de pie en la orilla del mar viendo como la gigantesca ola se acerca a ti? Espero que os guste.
[00:06:15] He estado pensando en unos momentos de mi pasado hace años, que no por casualidad los estoy reviviendo de nuevo.
[00:06:24] Hace poco me llegó pues noticias de un hecho que está pasando a una persona que conozco y eso me me abrió un poco la inspiración a querer compartir lo que voy a compartir hoy en este episodio. Y tiene que ver con ese momento de mi pasado en donde me sentí completamente presionado, completamente oprimido, como si no tuviese ninguna posibilidad de moverme. Es como que te meten dentro de una cajita pequeña y no puedes llevar a cabo nada, ningún movimiento y entras en un estado de frustración, de miedo, agobio, emociones bajas, sentimientos bajos y y depresivos. Naturalmente hay una reacción innata en todas las personas que es la supervivencia, sacar hasta la fuerza más escondida que uno pueda tener para salir adelante.
[00:07:29] Pero es verdad que esos momentos de angustia, de emociones intensas, normalmente son arrastrados o son guiados por un sentimiento de miedo, con lo cual la mayoría de las veces son sentimientos que no van a producir el resultado más adecuado para ti.
[00:07:57] Cuando uno se encuentra en esa situación difícil, angustiosa, lo primero que hace es buscar una una salida rápida para excavarse. Y es una reacción natural. Quiero salir de esta o quiero corregir lo que me está pasando porque lo que me está pasando es algo tan grande, es algo mucho más grande que yo.
[00:08:23] Me gusta poner la metáfora de una persona que está en la orilla del mar y ve cómo se aproxima la ola de un tsunami, una gigantesca ola de tsunami se está acercando y la ves de lejos y no crees que va a llegar o crees que no es para ti.
[00:08:40] Y cuando te das cuenta, la ola está ahí mismo.
[00:08:45] Todo lo que uno quiere hacer en ese momento es salir corriendo, es intentar salvarse y es buscar una solución que no está a nuestro alcance. Es algo mucho más grande que nosotros. Y por supuesto, cuando estás ahí, a veces es cuando uno toma decisiones equivocadas, es cuando uno se deja llevar por el pánico y por el miedo.
[00:09:10] Todos lo hemos hecho. Yo tomé decisiones en ese momento. Es un momento muy extremo en donde tomas decisiones para intentar corregir el rumbo de esa ola o intentar salir de
esa orilla y marcharte a un nuevo destino y permitirme que siga con la metáfora.
[00:09:31] Pero me daba cuenta que cualquier acción que yo hacía, cualquier decisión que tomase, solo me conducía a afirmar que yo estaba en esa situación.
[00:09:45] Es como que mi destino sí o sí era vivir la llegada de un tsunami a mi vida.
[00:09:54] Y cuando te pasa eso, no te queda otra que abrazar tu destino, porque esa es otra cuando tu destino te está llamando a una determinada vivencia, no te puedes escapar.
[00:10:09] A posteriori os puedo decir que es verdad que el tsunami no lo pude evitar. Sin embargo, lo que me ayudó al vivir esa experiencia tan intensa, tan fuerte, tan removedora, fue el controlar mi mente, el controlar los miedos y en darme cuenta que poco a poco iban surgiendo en el camino, en ese camino que no me quedaba más remedio que transitar, iban apareciendo pequeñas señales dóciles que apuntaban a una ayuda para pasar el momento.
[00:10:45] Ahora, posteriori puedo deciros que simplemente te está ayudando la vida a que vivas ese momento con la intensidad que necesitas para poder evolucionar, para poder superarte, para ser mejor persona, en pocas palabras.
[00:11:04] Y es cierto que a veces aparece en el camino como una puerta que parece que quiere conducirte la lejos de todo eso, como la puerta secreta que dice Mira, si la cruzas te olvidas de todo esto.
[00:11:22] Pero no es lo que parece.
[00:11:25] La famosa puerta es una trampa y viene asociado muchas veces a firmar un contrato que tiene cláusulas que van a costarte muy caro a largo plazo.
[00:11:40] Y déjame que te explique el porqué.
[00:11:45] Cuando tu alma es llamada a tener una experiencia muy intensa de tu vida y cuando crees que no hay forma de parar ese tsunami, tienes que vivir la experiencia, tienes que entregarte a ello, porque hay algo maravilloso que te está guardando más allá de la experiencia. Y no hablo por hablar, hablo porque es siempre así. Cuando tú tienes una experiencia muy grande que vivir es porque hay detrás de esa experiencia algo grande en lo que te puedes convertir.
[00:12:17] Ahora, permitidme volver a la metáfora del contrato que se nos pone sobre la mesa cuando alguien o algo se presenta como una forma de contrato. Repito, es algo metafórico que te permite escaparte de esa vivencia.
[00:12:34] Pero fíjate bien en un detalle, fíjate como que lo que estás a punto de firmar, lo que estás a punto de a lo que estás a punto de entregarte, hay una vocecita tuya interna que te dice oye, esto que estamos haciendo no está bien. Hay una parte de ti que sabe perfectamente que lo que parece una salvación en realidad es una enorme cadena que te van a atar a los pies y no vas a poder avanzar.
[00:13:10] Solo me queda decirte que escuches muy atentamente a tu voz interna y te des cuenta si verdaderamente eso es una señal del cielo o eso es simplemente una prueba que te están poniendo.
[00:13:23] Tienes que escucharte, tienes que darte tiempo, tienes que darte perspectiva y
distancia de lo que está sucediendo. Y escúchate, porque no te dejes tentar. Son las famosas tentaciones, la tentación del demonio que te está poniendo ahí, metafóricamente hablando, como una especie de salvoconducto. Con esto te vas a escapar de esta vivencia tan terrible.
[00:13:49] Pero oye bien, oye bien, fíjate como tan pronto te acerques un poquito a esa salida, verás cómo hay determinados elementos que se van a acoplar a tu vida, que son pegajosos, que son como molestos, que son como hay letras pequeñas adicionales que van a empezar a salir. Sí, sí, yo te permito salir de esto, de esta vivencia, pero a cambio tendrás que pasar por esto, y además por esto otro, y además por esto otro más. ¿Y tendrás además que renunciar esto otro que dices pero cómo que? Y estás viendo como te van a salvar de un tsunami para colocarte a lo mejor en un cenagal con el barro hasta el cuello. ¿Y tú dirás pero de verdad esto es lo que me puede dar la sensación de libertad?
[00:14:47] Por eso mi único consejo que puedo darte es que te escuches tranquilamente antes de tomar una decisión que parece que va a liberarte de ese tsunami tómate ese tiempo, otorga una distancia a eso que estás viendo como una salida para escucharte, para reflexionar si realmente eso es lo que tú quieres.
[00:15:13] Una experiencia tan grande como un tsunami sólo puede ayudarte a que seas igual de grande cuando lo hayas pasado.
[00:15:22] Y tenemos muchísimo miedo a enfrentarnos a algo que es mucho más grande que nosotros. Pero es que resulta que no puedes enfrentarte a un tsunami. Ni tú, ni yo, ni nadie puede parar un tsunami porque no se trata de pararlo, se trata de vivir la experiencia del tsunami y vas a darte cuenta que no es tan grave como parecía cuando tú lo estabas viendo, cómo se aproximaba. Tu mente ha estado construyendo mentalmente las consecuencias de esa avalancha de sucesos basados en el miedo. Y tú has visto el terror, has visto como aquello que va a pasar en tu vida te va a empobrecer, te va a hacer daño, te va a doler, te vas a sentir totalmente abandonado, solitario, te vas a sentir pues a lo mejor en un pozo oscuro.
[00:16:13] Todo esto de momento, si eres objetivo, pertenece al territorio de la imaginación y de la mente. Tú estás proyectando eso. Va a venir mucha gente a decirte no, pero es que esto va a suceder porque es la consecuencia natural de que si se inicia este proceso llamado tsunami, al llegar y al impactar contra la contra la costa, va a arrastrar todo, va a pasar esto, va a pasar lo otro, ta ta ti tatatán. Sí, sí, no te imagines la cantidad de gente que construye tu realidad y que te van a alimentar esa idea catastrofista de lo que te va a pasar en tu vida.
[00:16:54] Pero lo que nadie puede decirte es el cómo tú vas a vivirlo, cómo se va a manifestar realmente en tu vida. Porque en última instancia lo que parece que va a ser un desastre, a lo mejor al final no es tan desastroso como parece.
[00:17:09] Puede que al final lo que tú creías que iba a ser un tremendo caos, un tremendo dolor, un tremendo sufrimiento, a lo mejor se arregla y se sitúa más de lo que parece.
[00:17:22] Por eso en este momento que estás viendo lo que te viene encima, que aún no ha llegado a ti, en este momento tienes que ser completamente objetivo y separar lo que te está pasando de lo que estás imaginando que te va a pasar. Tienes que hacer ese ejercicio mental de separar las dos cosas.
[00:17:48] Muchas veces no le estamos dando a la vida la oportunidad de que nos sorprenda.
[00:17:57] Las sorpresas muchas veces se llaman magia, otras veces se llaman milagros y otras veces simplemente se llaman pues cosas que han pasado, casualidades, sucesos, pero
nunca, nunca son igual para todo el mundo.
[00:18:12] O sea, siendo totalmente objetivo, la vivencia de un hecho catastrofista tipo tsunami nunca es igual en todas partes del planeta y por supuesto nunca lo viven igual dos personas de la misma manera. Por eso te invito a que también recuerdes esto.
[00:18:34] Lo que tú crees que te va a pasar no va a ser siempre igual como le ha pasado a otra persona y puede que cambie completamente el rumbo de los acontecimientos, pero tienes que darle una oportunidad a la vida. Cuando digo la vida me refiero todo aquello que ni tú ni yo podemos controlar, todo aquello que está muy por encima de nuestra capacidad de entender, de manipular o de alcanzar a ver el rumbo que va a coger.
[00:19:09] Si tú no le das a la vida esa oportunidad de que te sorprenda y quieres ser tú el único que controle el timón de ese barco en el que tú estás, obviamente vas a encontrarte solo, sola, vas a querer remar, vas a querer ser tú el que lleve todo, el que lo solucione todo porque porque esa es la sensación que tienes cuando estabas en esa cajita como la tuve yo, en esa cajita pequeña en la que no cabía y me sentía completamente oprimido.
[00:19:41] Aquello que te está oprimiendo, lo que te da ese miedo y la sensación de angustia.
[00:19:47] Desde el primer momento hemos pensado todos que somos la única posibilidad de enmendar, corregir, solucionar o liberarnos de esto en condiciones de miedo. No tenemos la capacidad de darnos cuenta que existe una gente muchísimo más grande que nosotros llamado vida, que toma cartas en el asunto, que interviene, que crea los contextos, que crea las experiencias y que al mismo tiempo te está poniendo las opciones muy clarísimamente delante de ti.
[00:20:29] Y repito que a veces las opciones consisten en atravesar el tsunami, vivir la experiencia de ese miedo, porque nunca sabes qué tan grande es esa recompensa, en qué tan grande te tienes que convertir, porque esa es otra.
[00:20:50] Muchas veces lo que la vida nos pide es que nos empoderemos para poder saber salir adelante, no para parar un tsunami, sino para que tú puedas convertirte en la persona que sobrevive a todo eso y que no se vea afectado y que no te arrastra.
[00:21:10] Vamos a poner un ejemplo. Si tú y tu alma quieren pasar esa experiencia tan intensa que te va a convertir en algo mucho más grande, en una mejor versión de lo que tú eres y resulta que tú te quieres escapar, que quieres huir de eso, que quieres simplemente negociar los acuerdos para poder escaparte, aunque sea renunciando a partes que a ti realmente te suponen algo que amas en la vida y renuncias a eso y a lo otro y a lo de más allá, estas renuncias te van a costar caro en un futuro, te vas a arrepentir porque forman parte de tu integridad como persona.
[00:21:57] Cuando tú te quieres escapar a esa vivencia, a la larga lo que estás consiguiendo es que la vivencia que tienes que tener se va a volver a manifestar de otra manera. En lugar de un tsunami, a lo mejor va a ser un terremoto o va a ser algún otro tipo de contexto catastrófico en tu vida. Porque tu alma te dice es que hemos venido a convertirnos en algo más grande, es que hemos venido a vivir esto, hemos venido a superar esto. ¿Cómo puede ser que te quieras excavar? Tenemos que pasar por esta tormenta, no hay otra.
[00:22:44] Es mucho más valioso el resultado en ti que ocurre después de esa de esa experiencia tan dura que no lo que consigas después de haber negociado, entre comillas, la liberación de la experiencia tan dura.
[00:23:02] La persona en la que te vas a convertir no lo vas a saber nunca, pero no seré yo el primero que te diga después de una experiencia dura, grande, intensa, te conviertes en una mejor versión de ti mismo porque no te queda otra que empoderarte. Fijaros qué palabra tan interesante el empoderamiento personal.
[00:23:30] Y es que ocurre que muchas veces nos desempoderamos porque concedemos a otros agentes, vamos a decirlo agentes externos, que pueden ser personas o pueden ser situaciones, les concedemos nuestro poder, les entregamos nuestro poder, les decimos sí, sí, sí, pero déjame en paz, sí, sí, sí, pero me quiero escapar de esto. Cuando en realidad estás otorgando tu poder personal.
[00:24:04] No tienes que confundir el poder con la fuerza, que en nuestros tiempos se confunden muy fácilmente.
[00:24:12] Fuerza es todo aquello que puede ocurrir contra ti y tú no puedes, simplemente puedes pararlo. La fuerza de un tsunami es increíble.
[00:24:22] En cambio el poder, el empoderamiento, es algo interno que se lleva por dentro, es algo que cristaliza en ti. 1 vez que ha cristalizado, está ahí y dura. Y seguramente si lo mantienes ahí, dura para siempre.
[00:24:38] El empoderamiento es algo que te da madurez, perspectiva y seguridad en ti mismo, pero sólo se consigue cuando te das cuenta del valor que hay en ti, no del valor que está fuera de ti.
[00:24:55] Y es que además ocurre que nosotros otorgamos ese poder personal a lo que está allá afuera. En el momento en que renunciamos a cosas que están dentro de nosotros, a tu integridad, a tu capacidad de saber lo que es correcto o lo que es incorrecto, a cuando renuncias a tu pasión, cuando renuncias a lo que realmente te hace vibrar, cuando renuncias a la alegría, cuando renuncias a hacer algo que te hace convertirte en mejor persona, cuando renuncias a lo que amas para que algo que te da miedo simplemente venza y se aleje de ti.
[00:25:35] Pero resulta que en el coste de eso has dejado que algo de amor se escape, se escape entre las líneas del contrato que estás a punto de firmar.
[00:25:47] Yo sé que la palabra fe en estos casos es muy bonita, pero si no tienes nada que demuestre que va a pasar algo positivo, pues se desvanece. Sé que eso se va por por entre los dedos como la arena, es algo que se lo lleva el viento y es algo que es difícil tener. Pero precisamente esa es la fe que necesitas justo cuando decides atravesar esa experiencia tipo tsunami.
[00:26:18] Eso es lo que tienes que tener y la fe es lo que te va a mantener en esa situación de no puedo controlar esto, pero sí puedo controlar lo que está pasando dentro de mí.
[00:26:34] Y vas a ver como poco a poco está cristalizando algo misterioso, algo que te da la entereza y la integridad como persona, como ser que hasta ahora no habías tenido porque estás en medio de la tormenta, estás y cada día que pasa, cada momento que pasa, cada encuentro con eso que te oprime y le puedes dar la correspondiente perspectiva y distancia, te das cuenta que tú ya no lo estás sufriendo de igual manera porque estás viendo que te estás empoderando lentamente.
[00:27:13] El poder personal es un cristal que está creciendo lentamente dentro de nosotros, así
que tienes que darle tiempo, darle la oportunidad de que poco a poco vaya creciendo.
[00:27:30] Desde luego yo no soy nadie para decirte que renuncies a cualquier cosa que te haga salir de la experiencia de atravesar ese tsunami.
[00:27:44] No soy nadie porque hay que estar en la piel del otro y situarse para poder hacer las correspondientes valoraciones.
[00:27:57] Pero a veces la vida nos lleva hasta el borde de un abismo y cuando estamos en ese abismo, al borde mismo y lo estamos viendo, lo que uno quiere hacer es no caer.
[00:28:10] Pero hay veces que la vida te dice que saltes, te lo está pidiendo, te lo está pidiendo que te entregues con ese salto de fe.
[00:28:21] De Saltos de fe se ha hablado más de una vez en este podcast de la Cabaña del Bosque y en este episodio pues lo estoy mencionando. Y por supuesto sabes que esto es un salto de fe. Atravesar una situación como un tsunami es un salto de fe. Es igual, es otra metáfora, pero es que a veces la vida quiere que lo atravesemos, quiere que lo vivamos.
[00:28:50] Y cuando yo te estoy diciendo que hay veces que la vida nos pide que hagamos eso, no es porque quieres que te quieren que te caigas y experimentes la caída, porque hay una caída después de un salto, pero la caída es simplemente esa experiencia manifestándose. Y a posteriori te digo que una caída lo vas a ver como que era una parte de tu vuelo. ¿No puedes volar si no saltas al vacío, verdad? Pues viva la metáfora. Sirva esta metáfora para decirte que la sensación de libertad viene asociada a la caída, no de otra manera.
[00:29:30] En cambio, la sensación de alejarte del borde del precipicio retrocediendo sobre tus pasos, eso a la larga te va a hacer sentirte como una derrota, como algo pendiente por vivir. Posiblemente no estabas preparado para vivirlo si consigues escaparte de ese precipicio, pero la vida te va a volver a poner en un contexto muy similar para ver qué haces. Porque si te lo pone, a aquellos a los que nos pone la vida al borde del precipicio, no es para ver qué hacemos, es porque quiere que hagamos. La experiencia de convertirnos en algo mejor requiere de empoderarse, requiere de saber qué quiere decir esto de sacar alas y volar.
[00:30:23] Pero es que no existe otra forma de sacar las alas si no es saltando al vacío.
[00:30:28] Piénsalo así.
[00:30:33] No quiero concluir este episodio sin antes deciros que en estos momentos de mi vida yo me encuentro al borde de un precipicio, me vuelvo a encontrar al borde de un precipicio.
[00:30:47] Es algo por lo que yo he pasado en mi vida. Empezado este episodio haciendo mención a una situación en mi vida a la cual pues yo le puse el calificativo de un tsunami, porque los acontecimientos eran tan desbordantes, por más que intentaba escaparme de esa ola, solamente me encontraba delante de una ola todavía mucho más grande. Era como que mis pies se hundían en la arena más y más y más de la orilla viendo cómo venía el tsunami.
[00:31:17] Y sirva la metáfora visual para expresaros lo que yo sentía.
[00:31:23] Pues sí, la vida me ha vuelto a conducir a una situación en la que estoy al borde de un precipicio. O sea, hago este episodio viviendo lo que es estar al borde del precipicio y la vida me está pidiendo que vuelva a saltar.
[00:31:38] Y yo estoy abrazando esta situación, la estoy abrazando totalmente porque ya ha pasado por esto.
[00:31:47] No te negaré que mi mente, porque aquí hay que separar las dos mentes, la mente terrenal Humana, que es en el fondo mucho más de distancia corta que no de larga distancia, esa mente del día a día me pide por favor, Luis, otra vez no. Salgamos de esto, hagamos lo imposible, busquemos vías de solución, tapemos esta vía de agua, busquemos nuevas salas. No se mira un camino distinto, eso es normal y eso es muy bueno que lo hagas porque tienes que hacerlo, hay que hacer el ensayo. Pero lo que no se puede dejar de hacer es hacer la lectura de lo que la vida quiere que hagas.
[00:32:34] Hacia dónde quiere la vida que yo me dirija en este momento.
[00:32:39] Y eso es lo que pasa normalmente en estos casos.
[00:32:42] No hacemos la visión objetiva de lo que la vida quiere que tengamos. Nos ponemos a mirar solamente hacia el abismo.
[00:32:54] Uy, que me caigo. Espérate. Buff, ya pasé por esto. O no, no he pasado por esto. No tengo ni idea de lo que viene, pero no me apetece. Normal, es muy normal que te pongas a pensar así. Y es necesario que lleves a cabo ese juicio, porque desde luego tampoco parecería muy adecuado llegar al borde de un precipicio y sin más ni más saltar. ¿O sí? ¿Quién sabe, verdad? O sí. Porque igual cuando tomamos decisiones, a veces sin darle demasiada mente, es a veces cuando la vida rápidamente puede sorprendernos.
[00:33:42] Bueno, queridos oyentes, hasta aquí el episodio de hoy. Como os he dicho antes en la entrada, en el próximo episodio voy a presentaros un contenido adicional completamente complementario a este, desde un punto de vista muy, muy personal, muy íntimo y muy emotivo.
[00:34:03] Son lo que estoy viviendo en estos momentos, que os puedo asegurar que yo no he escogido vivirlo. Si llego antes a saber que me va a tocar pasar por esa experiencia, antes hubiera escogido cualquier otro contenido, cualquier historia maravillosa, canción de cuna, no sé, lo que fuere, con tal de evitar vivir esto.
[00:34:25] Pero parece que la vida me ha vuelto a poner en una situación un tanto difícil, pero me encuentro con la fortaleza para no sólo el tener que atravesarlo, sino además el poder compartiros.
[00:34:39] Así que te invito a que en el próximo episodio escuches cómo continúa esta historia, cómo continúa la historia de aquel que se encuentra en el momento del tsunami, en el momento de esa fuerza arrolladora a la cual realmente habría que llamar la vida. La vida está allí con toda su fuerza 1. Tiene simplemente que sobrevivir porque no le queda otra, no hay otra opción.
[00:35:07] Muchas gracias por estar aquí, por escucharlo, por compartirlo, por acompañarme en la distancia.
[00:35:15] Un abrazo muy fuerte y hasta pronto.