Oscuro, poderoso y liberador. Así deseo definir el que fuera nuestro primer trabajo en equipo y que de hecho sería el que provocase el nacimiento de nuestro grupo de 4 caballeros .
Allá por el verano de 2012 el señor ‘H’ (cuyo nombre prefiero guardar en el absoluto anonimato) llegó a nosotros ( mi mujer y yo) por las vicisitudes del destino, el cual siempre sabe jugar y dejar caer sus cartas en el momento más oportuno. El señor ‘H’ nos pidió ayuda y nos habló de su particular caso: Una entidad muy oscura que se conectaba a través de él y le manipulaba deliberadamente de forma habitual, provocándole cambios en su estado de humor y pensamientos y actos de naturaleza destructiva. Lo cierto es que este ser tenía un vínculo inusualmente fuerte con ‘H’, como si hubiese secuestrado una parte de su alma para tenerla a su merced. Ese vínculo venía de muy atrás, de otra vida anterior en la cual el señor H había sido nada más y nada menos que el prior del monasterio Lluc, donde, por las razones que ahora no voy a detallar, inició esta relación tan dañina para su vida y la de muchas otras personas.
Para aquellos no familiarizados con la geografía y la historia de Mallorca simplemente decirles que el monasterio de Lluc es sin duda el lugar más emblemático de la religión cristiana en Mallorca. No en vano se encuentra en el corazón de la sierra de Tramuntana (hoy patrimonio de la UNESCO) en un enclave que ha sido santuario desde hace miles de años para diferentes culturas que han pasado por la isla. Está rodeado por una naturaleza increíble de bosques de encinas centenarias, cimas de más de mil metros de altura y agua en abundancia. Cuando uno se adentra en la zona puede literalmente sentir la vibración de su belleza.
El señor ‘H’ nos advirtió claramente de la magnitud y el poder de ese ser. Nos dijo que en anteriores ocasiones había acudido a otras personas para ser tratado y de cómo todos habían tenido encuentros muy desafortunados. El caso era sin duda inquietante y no era para tomárselo a la ligera. Sin embargo nuestros guías nos dijeron que aceptáramos el reto, que formáramos un equipo y que ellos nos apoyarían en el proceso de sanación y extracción de la entidad. Había que ponerse manos a la obra.
Para entonces mi mujer y yo solíamos organizar los «círculos de transformación», un evento abierto a la gente donde se practicaba la visión y la entrada a otros planos de realidad de manera segura. A raíz de estos eventos habíamos conocido algunas personas que demostraban tener habilidades e interés y que destacaban sobre el resto. Hablamos con ellas sobre el caso ‘H’ y sobre nuestro deseo de formar un equipo para llevar a cabo el trabajo. No todas quisieron, no todas pudieron participar. Al final, fuimos cuatro los que quedamos y que más adelante dimos origen al equipo de los 4 caballeros.
Durante varios días estuvimos recibiendo de nuestros guías información relativa a la fecha precisa (que coincidiría con luna nueva), la clase de entidad con la que nos íbamos a encontrar, cómo debíamos proceder con ‘H’ o qué tipo de apoyo íbamos a recibir desde «arriba». Pero sobre todo nos insistían una y otra vez en que no nos preocupásemos. Quizás este último punto fue el que más fortaleció nuestra decisión.
Y llegó el día señalado. El lugar de trabajo se llenó de una energía especial que uno podía sentirla por los poros. Era como si estuviésemos metidos dentro de una burbuja. El señor ‘H’ llegó decidido y abierto a la sesión, sin ningún miedo. Nosotros estábamos muy animados. En relación al propio trabajo prefiero no entrar en detalles en este blog. Simplemente os diré que todo fue muy bien. Estuvimos trabajando durante casi 3 horas intensas y agotadoras, de las cuales la mitad fueron necesarias para la «extracción» de una enorme, oscura y poderosa entidad que estaba ferozmente vinculada al monasterio de Lluc. El apoyo que recibimos de nuestros guías para dicha tarea fue crucial y necesario, o de lo contrario no hubiésemos podido llevarlo a cabo. Se acordó un periodo de 28 días de reposo para el señor ‘H’, fecha en la cual tendría lugar un segundo encuentro para la conclusión del trabajo, aunque esta vez sería ya en el propio Monasterio de Lluc.
El día 12 de septiembre de 2012, tres días antes de la fecha de nuestro segundo trabajo con ‘H’ y coincidiendo con el día de la fiesta de la virgen de Lluc, ocurrió algo sorprendente. Poco antes de las 12:00 de la noche un devastador tornado destrozó el Monasterio de Lluc. Nunca antes se había visto algo igual en ese lugar. La fuerza que tenían sus vientos fue descomunal pues había retorcido y arrancado árboles centenarios de troncos enormes, miles de tejas habían sido levantadas y lanzadas con furia… con rabia, en todas las direcciones. El tornado no tuvo una trayectoria específica, como suele ser habitual. Simplemente ‘bajó’ del cielo sobre el monasterio y arrasó todo lo que pudo para posteriormente… desaparecer. Parecía la obra de un ser gigantesco que había querido dejar bien clara su rabia contra el Monasterio. Y exactamente así fue.
¿Fue casualidad? No. Aquello era parte del resultado y las consecuencias de nuestro trabajo. Sabíamos que podía suceder. Cuando se extraen seres oscuros muy potentes la energía que se libera es proporcional al tamaño y a la resistencia que ofrecen. Siempre existe un ‘equilibrio’ que debe compensar los movimientos de energía. La forma que normalmente adquiere esa compensación en nuestra realidad suele ser de carácter destructivo, debido a la naturaleza de las entidades. En esa ocasión lo fue a una escala que nos quedamos sorprendidos y que daba testimonio de la magnitud y el poder de la entidad con la que habíamos trabajado.
Tres días después del azote del cap de fibló (como se le denomina por aquí) nos presentamos en el monasterio de Lluc para concluir la segunda parte de nuestro trabajo con el señor ‘H’. El aspecto del monasterio era impactante. Sin embargo, a pesar de los destrozos materiales y del susto de la gente del lugar, para nosotros todo aquello indicaba que las cosas iban muy bien. El monasterio de Lluc había sobrevivido a su particular limpieza energética y disponía ahora de una invitación a renacer en una nueva etapa espiritual. Así, de ese modo, ese día concluimos satisfactoriamente el trabajo con el señor ‘H’ y su funesto vínculo con la historia oscura del Monasterio de Lluc.
No sería esta la única vez que íbamos a trabajar con el monasterio más emblemático de la isla. Aún nos esperaban más trabajos en ese lugar y muy interesantes…
Hasta pronto
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