#11 Bóquer: Donde la Luz te habla y los Caminos te encuentran

La Cabaña del Bosque, Con Luis Otero.
La Cabaña del Bosque
#11 Bóquer: Donde la Luz te habla y los Caminos te encuentran
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En esta ocasión nos adentramos a explorar el misterioso valle de Bóquer, en el norte de la isla de Mallorca. Un lugar que nos invita a llevar a cabo un viaje interior mientras lo recorremos, conectando con la belleza, los misterios, la magia y la poderosa memoria ancestral que se destila en la luz y en el aire que nos rodea. Uno puede visitar este lugar tantas veces como desee que nunca verá las mismas cosas ni regresará de la misma manera. Pero hay algo importante que uno no puede dejar pasar por alto cada vez que se adentra en dicho valle: los ancestros nos quieren contar una historia muy lejana pero al mismo tiempo muy viva, muy real. Una historia que agita cada una de nuestras células como queriendo hacernos ver que su pasado tiene mucho que ver con nuestro futuro.

Transcripción del Episodio

[00:00:05] Speaker A: Muy buenas, bienvenidos a este nuevo episodio de la Cabaña del Bosque.

Hoy quiero hablaros de un lugar muy especial aquí en Mallorca.

El Valle de Boquer, un lugar que está en el norte de la isla, muy cerquita del puerto de Poyensa.

¿Por qué quiero hablaros del Valle de Boquer?

Pues hay muchas razones.

Es lugar para mí de una belleza sobrecogedora.

Cuando llegas ahí te sientes como embriagado por esa belleza, por ese lugar tan especial.

por la magia que se respira, parece que todo lo que sucede ahí tiene que ser mágico y de hecho cuando entras en esa especie de ensoñación llegas a creer que efectivamente formas parte de un sueño mágico.

También por todo lo que me transmite, hay unas sensaciones especiales en el aire, hay historias, historias que me cuentan las rocas, las piedras, el lugar, Y sobre todo los sueños, porque esa es otra.

Resulta que el Valle de Bóquer ha llegado en diversas ocasiones a través de sueños a contarme algo.

Como insistiendo en que tenía que hablar de él.

Y por eso lo puedo catalogar como uno de mis lugares favoritos de aquí, de Mallorca.

En diversas ocasiones he ido con grupos de personas al Valle de Boquer para compartir toda esta mirada y todas estas sensaciones que para mí me transmite el lugar.

Hemos acompañado a las personas en ese viaje interior que al mismo tiempo ocurría en el exterior.

Porque al final se configura como un solo viaje. Lo que está pasando dentro es lo que está pasando fuera.

Y que gracias a el lugar y a todo lo que encierra ese lugar han sucedido cosas maravillosas, cosas muy mágicas.

¿Cómo es tanta la información que os quiero contar? Pues al final he tenido que dividir esto en dos episodios.

Y para mi suerte he podido contar con la colaboración de amigos que van a enriquecer con su aportación, con su experiencia, con su pasión.

[00:02:23] Speaker B: Y ya.

[00:02:25] Speaker A: Sin más, acompáñame en el episodio de hoy, explorando todo el territorio de Boker y una mirada a la historia y arqueología del lugar. Y ojalá que puedas también disfrutarlo, sentirlo y vivirlo de la misma manera que yo lo he vivido.

Como te he dicho antes, está situado en el norte de Mallorca, muy cerca de lo que es el puerto de Poyensa.

Es una ruta a pie, tengo que decirlo. Se puede uno acercar fácilmente hasta el comienzo de esa ruta con el coche. Es fácil dejar ahí el coche y aparcar.

Y empieza una ruta que atraviesas una finca privada, pero que permite en el paso, y te adentras en lo que sería el Valle de Boquer.

A nivel físico, está al alcance de, yo diría que casi todo el mundo.

Atravesar el valle, que te conduce hasta lo que es la Cala Boker, que está en el mar, no entraña gran dificultad física.

Si bien es cierto que uno puede complicarse más o menos si desea conocer los laterales del valle, subiendo las empinadas laderas, pero eso es opcional, por supuesto.

Para entrar en el valle, uno tiene que cruzar una zona de grandes rocas, de grandes peñascos que parece que han sido colocados ahí por gigantes.

Esos peñascos que están situados muy estratégicamente a la entrada del valle, uno los tiene que cruzar y te da la sensación de que estás pasando como un portal de entrada.

En este lugar, cuando llegas a este punto, yo ahí te pediría que hicieras una pausa, que parases, y que simplemente pienses que estás entrando en un escenario completamente distinto para llevar a cabo, por así decirlo, un viaje, un viaje interior que se está también manifestando en el exterior.

Lleva a cabo este juego de ensoñación, si lo quieres llamar de esa manera, para poder conectar de una manera diferente con lo que es esta ruta de Boker.

Cuando uno llega al valle de Boker, lo primero que visualiza son, imagínate, dos grandes paredes verticales a modo de dorsal de un dragón. Y en medio de estas dos dorsales está el valle.

El valle se configura así, como un espacio relativamente estrecho, y puedes ver cómo las laderas van subiendo, de forma muy vertical, a un lado y otro.

Pero la sensación que te produce es que estás como una especie de túnel.

Un túnel del tiempo, nunca mejor dicho, porque uno cuando llega ahí parece que está viajando en el tiempo.

El Valle de Boker tiene un camino principal que circula más o menos por el centro, más o menos, que la mayoría de las personas pueden recorrer sin ningún problema.

Pero existen más caminos. Puedes tomar variantes, puedes acercarte más arriba, más abajo, más a la derecha, más hacia la izquierda, por un camino menos transitado, por un camino más transitado y también muchas cosas interesantes que las vas a ver de lejos y que a lo mejor te va a apetecer acercarte a mirarlas.

Pero al final es como que aquellas dos paredes verticales te están llevando sí o sí hacia el mismo fin.

Elijas el camino que elijas.

Esta posibilidad de recorrer distintos caminos sin tener que salirse realmente de lo que es el valle, para mí hace alusión, es una metáfora visual muy clara de la vida, ¿no?

En la vida estamos en un camino, el cual estamos de paso, Estamos un poco limitados en esta realidad, lo cual simbolizaría los dos lados del valle, que son grandes paredes verticales, como que nos tienen más o menos encajados ahí, como si estuviéramos en un túnel, y que esa fuerza vital nos empuja a seguir avanzando, porque siempre vamos hacia adelante.

Y en el ir hacia adelante, todos, independientemente del camino que uno coja, pues vamos a acabar llegando al mismo destino, que es la cala Boker, la cala, el mar, el océano, como si fuese el océano donde todas las almas concluyen este viaje.

Hay un momento de esa ruta en donde uno llega al punto más alto, que no sube realmente mucho, pero es que es a partir de ahí que empiezas a bajar a lo que sería Kalaboker.

En ese punto uno ve el mar, divisa el horizonte.

En este lugar yo ahí te pediría que hicieras otra pausa.

Cuando llegas a este punto donde tienes esa visión del horizonte, del mar, de la lejanía, percibes otra vez de forma diferente el contexto donde te encuentras.

Si antes estabas un poco zigzagueando por caminitos o buscando los detalles del corto plazo, de la corta distancia, ahora te encuentras visualizando algo muy lejos, algo muy lejano, algo que te aporta paz, porque esa visión te va a dar una paz increíble.

Desde este lugar es donde yo digo que uno puede darse cuenta de que toda la ruta, todo el Valle de Boquer está invitándote a que trabajes la visión.

Es un sitio perfecto, ideal para la búsqueda de claridad en la visión, en la toma de decisiones que te ayuden a dirigir tus pasos en una determinada dirección.

Todo el Valle de Boquer respira una memoria ancestral que no te puedo describir con palabras.

Tienes que estar ahí para percibirlo.

Los ancestros, la memoria ancestral, está muy pero que muy presente en el aire.

Ya no sólo por la cantidad de restos arqueológicos que uno puede ver ahí, y restos muy antiguos, muy pero que muy antiguos, Me estoy refiriendo a la presencia como si los antepasados, los ancestros te estuvieran acompañando, te estuvieran susurrando al oído a veces.

Y en algunos lugares del Valle de Boquer incluso me atrevo a decirte que vas a notar como todo tu cuerpo vibra de una manera especial.

Y hay un tema más que yo no puedo obviar, no puedo pasar por alto.

Cuando uno camina por el Valle de Boquer en muchas ocasiones tienes la sensación de que estás caminando por lo que sería un escenario de algo así como lo que ha quedado de un cataclismo, después de algo muy destructivo.

Porque puedes ver esos montones de piedra, esos metros de arcilla, de lodo, todo removido, como si alguna fuerza muy grande hubiese configurado el valle en algunos puntos y hubiese destruido todo aquello.

Esta es la sensación que te va a transmitir en algún momento el valle.

Juntamente unido a lo de la memoria ancestral, pues ya te puedes imaginar, suena como que una memoria ancestral muy antigua vinculada a un cataclismo.

No puedo evitar compartir esto contigo porque esto es lo que a mí me transmite ese valle.

Y bien, ha llegado el momento de hablar de historia, de arqueología, de los ancestros, y aunque es un tema que a mí me apasiona cuando tengo el tiempo y las ganas, en esta ocasión he encontrado un colaborador mucho más apasionado que yo, que el tema de Boker le llamó la atención desde hace ya mucho tiempo, Una persona que en su tiempo libre se dedica a eso, a mirar fuentes, libros.

Tiene una habilidad especial para encontrar lo que nadie es capaz de encontrar, hurgando los archivos de bibliotecas en las fuentes comunes. Él es Joan Suñer, amigo mío personal. Joan, bienvenido a la cabaña del bosque.

[00:10:37] Speaker B: Bien hallado, Luis. Encantado de estar aquí contigo.

[00:10:39] Speaker A: Todo un placer tenerte y, como te he dicho, te agradezco un montón todo lo que estás haciendo por este episodio, porque te lo he pedido, evidentemente, a título de colaboración.

Lo que quiero pedirte ahora, ya que tenemos que entrar un poco en materia, es que hablemos de, por ejemplo…

[00:10:58] Speaker B: Podríamos hablar del topónimo, ¿no?

[00:11:01] Speaker A: Genial. Buena idea. Vamos a hablar del topónimo Boker.

Cuéntanos.

[00:11:06] Speaker B: Podríamos decir que del topónimo tenemos tres referencias que nos han llegado, ¿no?

Dos de ellas son las tablas patronato que se encontraron, una de ellas en 1765 y la otra más cercana, en 1951, en las cuales se hace referencia a la ciudad de Bóquer, pero no con ese nombre. En una de ellas se la cita como la Civitas Bocoritana, es decir, la ciudad de los bocoritanos, y en la otra como el Senatus Populusque, Bocoritanos, es decir, el senado y el pueblo de los Bocoritanos. Como podéis ver son dos gentilicios que no nos dan el nombre ni de la ciudad ni del asentamiento talaiótico o el pretalaiótico, el nombre que tuvo el lugar.

La tercera fuente que nos ha llegado es la de la Historia Natural de Plinio, en la cual nos habla de vocorum utilizando el término latín acusativo, que es la acción del verbo, el objeto directo. Es decir, los tres nombres que nos han llegado, en ninguno de ellos se está utilizando el nominativo.

¿Qué he podido leer y averiguar?

que a partir del gentilicio y del acusativo es muy difícil poder obtener el nominativo, con lo cual no sabemos realmente cuál era el nombre de la ciudad.

Lo que está claro es que el topónimo afortunadamente ha llegado hasta nosotros.

[00:12:26] Speaker A: Exacto, te quería decir eso, que el hecho de que haya llegado hasta nosotros una palabra tan antigua, tan arcaica, haciendo referencia a un asentamiento urbano fuerte, como que una ciudad, para mí quiere decir mucho, porque en el contexto que tenemos ahora, Mallorca, pues los nombres han ido cambiándose a medida que han pasado los siglos, los milenios y El simple hecho de que esté todavía vivo, para mí quiere decir que ese nombre quiere estar vivo. Quiere estar viva la memoria, quiere estar viva esa huella. Y es el primer guiño de ojo que para mí los ancestros nos están haciendo a través de un nombre.

[00:13:03] Speaker B: Totalmente. Es decir, ya de por sí el nombre tiene muchísima fuerza.

Y durante los años se ha ido modificando. Los árabes hablaban de Bukha, hemos leído también cómo se hace referencia a Bukhar, Bokhar, pero todo parece que lleva a la misma resonancia, ¿no?

Y un detalle que a mí me llama poderosamente la atención es que en Mallorca hay creo que 250 más o menos poblados talaióticos que se han podido excavar y la mayoría de ellos llevan el nombre de la finca en la que se encuentran.

Capo Corbeil, Hospitalet Veil, San Fornés… Tienes diversos poblados, pero en el caso del asentamiento de Boquer, repito, hablemos tanto pre-talaiótico en la parte talaiótica como la Ciudad Federal de Roma, Es todo el entorno, la finca, el valle, que ha tomado el nombre del asentamiento. Es decir, es un caso que para mí es prácticamente único.

[00:14:01] Speaker A: ¿Pero qué es lo que sabemos realmente de la ciudad de Bóquer o de Bócoris? ¿Qué es lo que hasta el día de hoy podemos asegurar usando las fuentes convencionales?

[00:14:12] Speaker B: Pues mira, una cosa que tenemos clara es que hasta el siglo XVII, que fue cuando se descubrió Poyentia, se pensaba que la ciudad de Bóquer o el asentamiento de Bóquer era Poyentia. Y Poyentia como núcleo urbano no se excavó sistemáticamente hasta 1923, de manera continuada. Entonces pensaban que Bóquer era Poyentia.

Y lo más curioso también es que un arqueólogo llamado Luis Amorós en 1951 dijo que no había ni indicios ni noticias de excavaciones que se hubieran hecho en la zona del Pedret de Bóquers, que es donde se cree que estaba antiguamente la ciudad, y evidentemente la ciudad debió desarrollarse sobre el núcleo talaiótico.

Eso para mí es muy revelador, ¿no? Hablamos de 1951, es casi…

ha pasado siete décadas, no es nada, ¿no?

[00:15:01] Speaker A: Además hay una fuente que has mencionado, muy antigua y que para mí merece ser tenida en cuenta, sobre todo porque habla de Bóquer, ¿verdad?

Creo que se llama Binimelis.

[00:15:12] Speaker B: Efectivamente, Joan Baptista Binimelis es un autor que, bueno, es un multifacético personaje. Yo incluso a veces pienso y digo es nuestro particular Leonardo da Vinci. Nació en Manacor y falleció en Palma, nació en el siglo XVI.

y falleció en el siglo XVII. Entonces, él escribió una historia de Mallorca. Hablamos de un ser multifacético porque cultivó la astronomía, las matemáticas, la medicina, la cartografía, la geografía, la historia…

Y escribió una historia de Mallorca en la cual menciona a Boquer. Lo menciona. Y una cosa que me llamó mucho la atención fue que dice que era un valle en el cual se cultivaba pues trigo, algarroba, higos y que había.

[00:16:02] Speaker A: Ganadería, es decir, que había animales.

Hay una cosa que me comentaste antes que me gustaría rescatarlo sobre esa referencia del 1873 o 1876 de un tal Fidel Fita, ¿no?

[00:16:16] Speaker B: Fidel Fita, sí, sí.

[00:16:17] Speaker A: Bueno, este texto que me comentaste antes me llamó mucho la atención y me gustaría que nos lo leyeras Vale, pues.

[00:16:23] Speaker B: Sí, Fidel Fita, estamos hablando de un escrito de 1877 en una revista cultural de Barcelona. Os voy a citar textualmente que dice que ni el puerto de Poyensa, ni la zona de Bóquer, ni la vecina Alcudia tenían ya nada que temer ni de los pantanos ni de las albuferas pestilenciales que obligaron a la población a subirse a paraje elevado, en el caso de Alcudia, o a retirarse en lo interior de la tierra, la actual Poyendresa.

Dice que estos pantanos ya han sido cegados y que está refloreciendo la agricultura, la industria y el comercio. Es una cita de 1877 sobre lo que era el Valle de Bosque.

[00:17:02] Speaker A: Es para mí muy revelador y haciendo un poco alusión a nuestro desconocimiento del pasado, porque veo que las fuentes son muy escasas, pero el hecho de que alguien en el final del XIX esté haciendo referencia de que esas tierras en algún momento estuvieron inundadas o empantanadas, nadie se imagina que alguien decida construir una ciudad donde un terreno sea pantanoso, pero parece que es al revés, el pantano llega después, es como que se tienen que retirar, porque algo hace que el asentamiento en algún momento dicen aquí no se puede estar porque aquí no se puede estar pues vamos a dejarlo ahí entre comillas pero sabemos que el asentamiento de la ciudad fue tierra adentro en el caso de Poyensa y lo mismo que en la ciudad de Alcudia, la actual Alcudia se retiraron a tierras más altas más elevadas Esto para mí es un guiño de ojo a lo que hemos hablado antes sobre la posibilidad de que algo gordo ocurriese para que las ciudades antiguas dejasen de estar donde están, ¿no? Pero bueno, lo vamos a dejar ahí porque es una licencia que yo me tomo personal, a título personal, y nunca voy a poner la mano en el fuego, pero decirlo en este episodio es parte de lo que creo que me corresponde comentar.

La ciudad tuvo que ser algo grande, algo extenso. Entonces, sé que hubo yacimientos que se encontraron, aunque de forma accidental, ¿verdad?

[00:18:28] Speaker B: Bueno, Damián Sardayuán, que fue un arqueólogo de Poyenza, muy estudioso de la zona de Bóquer y que falleció hace un par de décadas, citó en uno de sus libros que había tres poblados por la zona. Uno era el de Llenaire, ya desaparecido bajo el puerto de Boyenza.

Otro, el de Gotmar, donde está la urbanización actualmente. Y el tercero es Boker, propiamente dicho.

Y él afirmó que estos tres poblados formarían tal vez un único núcleo en su momento.

[00:19:00] Speaker A: Querías comentarme sobre algunas cosas que han aparecido en esos yacimientos. Hablabas de un tema de Cerámica griega.

No tenía noticia de que aquí hubiese ese tipo de cerámica, pero como Grecia aparece ahí en el aire flotando de forma indirecta en esta historia, pues quiero que lo menciones, por lo menos.

[00:19:22] Speaker B: Pues sí, mira, de manera indirecta, y casi te diría directa, porque el mismo Damiás Sardá afirmaba categóricamente en uno de sus libros que el comercio entre las colonias griegas de Sicilia y las colonias del occidente, caso de Marsella o de Ampurias, pues hacían parada en el puerto de Boquer, lo afirma categóricamente en uno de sus libros.

Entonces, en uno de estos poblados, en el caso de Gotmar, que se encuentra debajo de la urbanización, el siglo pasado realizaron unas obras para pasar un cableado eléctrico y cavaron unas zanjas de unos 2 metros de profundidad y 80 de largo y aparecieron innumerables piezas de cerámica negra de lujo procedente del barrio de Kerameikos de Atenas, que era donde se producía esta cerámica.

El caso de esta cerámica negra de lujo es prácticamente inédito en Mallorca porque sólo se ha encontrado en el Valle de Boquer y en la Comunidad de San Jordi de manera muy puntual y esporádica sí que se ha encontrado alguna pieza en algún otro poblado pero la prominencia de Boquer con la cerámica negra de lujo es muy muy grande y muy importante.

[00:20:37] Speaker A: Volviendo a la magia de la palabra Grecia, debo decirte que es una información que la he hilado constantemente. Cada vez que venía componiendo este mosaico de la historia de Bóquer, Grecia me aparecía, directa o indirectamente. Entonces, cuando has hablado de la cerámica griega de lujo, pues ahí está.

Y cuando me hablaste de este recinto ceremonial que hay en una de las montañas de Boker, en una de esas dorsales, que es la Serra de Albercuch, usaste el término témenos.

[00:21:15] Speaker B: Eso es muy mágico, porque estaba leyendo uno de los libros de Damiás Sardáyuan, Y había un mapa, bueno, más que un mapa, un dibujo, un croquis que había hecho él, donde colocaba un poquito el poblado talaiótico de Boquer y había una leyenda con unas numeraciones, número 1 poblado, número 2 muralla, número 3 navetiformes, y no reparé en el número 61. Pero cuando continué leyendo el libro, me apareció una frase que hacía mención al t- Volví al gráfico, busqué el número 61 y, escondidito en la parte derecha del libro, en la parte elevada de la montaña, había dibujado ahí un 61. Y dije, de menos, 61. De menos lo citaba como un lugar sagrado, es un término griego que significa recinto.

que he podido leer que un té menos puede ser desde un espacio ceremonial pequeño, como en la misma acrópolis de Atenas se considera un té menos, pero sí que el hecho de que apareciera en ese libro que en un primer momento no lo viera y luego él citara ese famoso número 61 que os he dicho, pues me llamó a decir, ostras, ¿qué es esto, no? ¿Qué es esto, un lugar sagrado?

Y tiré para arriba, sin saber muy bien a dónde iba ni a qué parte de la montaña debía acudir, subí a la montaña en busca del temenos que has citado.

[00:22:34] Speaker A: Subiste para arriba, me lo contaste y subimos más tarde a mirarlo. Y aquí, ahora sí, me atrevo a decir lo que yo he visto contigo, lo que vimos, y me llamó profundamente la atención por varios motivos.

Cuando llegamos ahí arriba, yo enseguida me di cuenta que no era un sitio cualquiera. La vista que había sobre la bahía de Poyensa, sobre lo que sería la ubicación de la ciudad de Bócoris, la vista sobre el valle de Bóquer, la vista sobre las montañas, me dio la sensación de que ese lugar o ese recinto, como ha sido calificado, era realmente un sitio donde se llevan a cabo prácticas ceremoniales y seguramente que tenían muy claro que desde ahí se podría visualmente conectar uno con otros recintos igual de ceremoniales que habría en la isla.

[00:23:28] Speaker B: La verdad es que, mira, lo primero es que cuando entras en el Valle de Boca, a la izquierda tenemos la Sierra de Caballo Bernat y a la derecha tenemos la Sierra del Vercuch, que es donde está este T-.

Yo jamás había experimentado algo que experimenté cuando estábamos subiendo, y es que bajo una corriente de aire cálido, Estamos hablando del mes de diciembre, pero cálido de verdad.

Una temperatura muy caliente que nos acogió y que las dos veces que he vuelto a subir allí no ha vuelto a aparecer. Es decir, yo jamás me había encontrado con una corriente cálida subiendo una montaña.

Eso es lo primero.

Luego, cuando llegamos al colladito, que a mano izquierda dirías que te vas a la cima principal de la sierra y a la derecha te vas donde está el té menos, Hay como una murallita en forma de semicírculo, pero no es una muralla porque tiene un portal, con lo cual yo lo identifiqué como un portal de acceso, no una muralla defensiva, porque los restos arqueológicos que hay ahí arriba son muchos, pero son muchas las formas de llegar allí. Entonces sí que es verdad que tú recordarás que hablamos de que había diversos lugares, diversos espacios, como si fuera un figurat, ¿no?

Vimos como una esplanada muy amplia, muy grande, un poquito más arriba una más pequeña, muy definida, con el suelo liso, hay que pensar y recordar que es un roquedal de lapiaz terrible.

Entonces había esos pequeños círculos de paz, círculos con unas vistas como tú decías magníficas, Menorca, San Salvador, Randa, El Puy Mayor, incluso Cabrera vi una de las veces que subí.

Y luego en la cima hay un recinto, cuando hablamos de recinto hablamos de amontonamientos de hiladas de piedras.

Entonces uno más pequeñito arriba, que es el que tiene esa visión directa hacia la cara, más bien ya en la cara norte del Puy Mayor, que es la que no estamos acostumbrados a ver desde Palma.

Pero sí, la verdad es que fue una serie de concatenaciones de cosas que sucedieron subiendo hasta ahí arriba muy mágica.

Son piedras que se ven muy, muy, muy ancestras, muy antiguas.

De hecho, de todo lo que yo he visto en el Valle de Bóquer, las únicas que veo así de antiguas son las que están en la ladera de la Sierra Contraria, que es la de Caball Bernat, donde están los naviformes que se han encontrado ahí, que son, digamos, las cabañas o los hogares de la cultura pretalayótica, que es más ancestral que la talayótica.

[00:25:49] Speaker A: A mí me gustaría que mencionaras que esos navetiformes están a una elevación con respecto al fondo del valle considerable. O sea, que no es verdad que están donde uno situaría una construcción fácil de llegar. Es como que están en una ladera muy escarpada, muy empinada, y ahí están.

¿Por qué decidieron poner sus o estas construcciones a tanta altura con respecto al fondo del valle natural.

Que vuelvo a dejar ahí otra vez una puerta abierta a cualquier especulación que quiera alguien sobre por qué se van tan arriba, ¿no?

Pero yo sé que hay algo más que me quieres contar, Joan. Venga, ¿qué había ahí en esa montaña que teníamos enfrente cuando estábamos en el alto del témenos? ¿Qué es eso que te llamó tanto la atención?

[00:26:42] Speaker B: Lo que llama la atención es en la cresta del Caball Bernat.

Hay diversos agujeros en la roca, pero uno de ellos es muy prominente, es enorme, se ve desde abajo, caminando por el valle.

La prominencia de ese agujero llama la atención. Pero claro, me llama la atención a mí, a cualquier persona que camina por allí, y llama la atención seguramente a gente del pasado. Entonces, veo una relación muy directa entre ese agujero, al cual he subido últimamente.

[00:27:08] Speaker A: Un par de veces, y creo que.

[00:27:10] Speaker B: Tiene una conexión muy directa con el témenos y la visión que tenemos de él.

Y me imaginé pues algún tipo de rito ahí arriba en esa esplanada, junto con el témenos.

El témenos es una explosión visual, la mayor parte del día a contraluz, con lo cual el puerto de Poyéns abajo se te manifiesta como un espejo, como un cristal.

Yo creo que está todo muy combinado, muy alineado.

[00:27:39] Speaker A: Bueno, hasta el momento lo que hemos hecho ha sido una revisión de las fuentes documentadas, de lo que nos han contado otros sobre Boker, de lo que se ha encontrado y catalogado a nivel histórico y arqueológico, pero Como podemos comprobar, Joan, es poco para haber sido una ciudad. Una ciudad, además, reconocida, federada.

Es muy poco lo que tenemos.

Entonces, es aquí donde yo te quiero invitar a que me cuentes tus impresiones personales. Aquello que no está escrito, aquello que no lo dicen otros. ¿A ti te ha venido alguna sensación sobre lo que Bocher fue, lo que Bocher está contándote en el aire?

[00:28:22] Speaker B: Sí, tienes mucha razón. Lo que te viene es pura magia porque dejas volar la imaginación, cierras los ojos y sientes un poco lo que estás viendo.

Témenos el agujero, te imaginas un ritual con unos sacerdotes o iniciático o vete a saber qué historia.

sientes que a lo mejor ha habido algún tema de que el nivel del mar haya subido y te hayas ido a vivir a un lugar un poco más elevado en la ladera da la sensación de que la serra de Albercuch Bueno, más que las sensaciones, un hecho que visualmente es claro que se ha venido abajo con el paso del tiempo. Hay innumerable cantidad de enormes rocas desperdigadas por el valle. Incluso la cala Boker parece cuando te acercas a ella y en el descenso final parece que se haya venido abajo toda aquella parte. Hay mucho lodo por el suelo y el hecho de que haya podido desprenderse y que la gente que habitaba allí hubiera al estar tan cerca del mar, al nivel del mar, pues a lo mejor hubiera tenido que huir a las zonas más elevadas, pues por qué no, son suposiciones que quedan ahí, son sensaciones que uno tiene y no sé, como tú decías, las sensaciones, pues oye, que te invada un aire cálido, que en un lugar te sientas más cómodo, que veas prominencias de altitudes de la isla, con tanta fuerza como el Puy Mayor, donde se sabe que había un lugar ceremonial, un asentamiento ahí arriba, pues no sé, deja que la imaginación vuele y sobre todo las sensaciones, porque la imaginación es fácil que vuele, pero cuando cierran los ojos y sienten las cosas, es cuando piensas, oye, me está llegando esta información, sigue flotando en estas piedras.

[00:30:09] Speaker A: Has dicho las piezas clave para mí de esta historia.

Una de ellas es lo que visualmente uno puede percibir, pero luego está lo que uno no ve, pero siente, y como que dices, estoy uniendo estas sensaciones y se conforman partes de la historia.

Cuando subíamos la ladera, es una forma de decir, es un recibimiento cálido, ¿no? No es así como te recibe la gente cuando te da un abrazo. Pues eso fue la interpretación que yo me atrevo a dar El contacto visual con las alturas de otros puntos de la isla y de fuera de la isla es también una referencia, un guiño de ojo a decir, estamos en contacto visual con lo que pudo ser centros ceremoniales. Hablamos de algo muy antiguo.

la configuración actual de esos restos arqueológicos en una elevación, el terreno lleno de un fango que no sabes muy bien por qué está allí, los desprendimientos tan bien colocados en el valle que tapan la visión del mar, pero al mismo tiempo está presente el mar las rocas que no reciben a la entrada, como que han sido colocadas para que formen ese portal de entrada, lo mágico.

Bueno, yo personalmente creo que son piezas clave de esta historia y son piezas clave de la historia que se debe compartir, que se debe hacer llegar no porque sea un lugar bonito, sino por todo lo que está flotando en el aire.

Bueno, Joan, pues solo me queda darte las gracias de nuevo, porque has hecho un trabajo fantástico de investigación. Te doy las gracias por lo que hoy has compartido aquí.

[00:31:54] Speaker B: Y.

[00:31:55] Speaker A: Bueno, pues espero poder verte en un próximo episodio, Joan. Muchas gracias.

[00:32:01] Speaker B: Pues nada, encantado de haber estado contigo a hablar de esta isla mágica en la que vivimos con tantos lugares escondidos, inhóspitos, deshabitados y para nada urbanizados. Queda mucho por descubrir y por sentir en esta isla.

[00:32:21] Speaker A: No le falta razón a Joan Suñer cuando dice que esta isla tiene tanto por descubrir, tanto por ofrecer, tanto por sentir, Porque al final, la clave de todo es percibirla de otra manera. Y eso es como volver a conocer un lugar de nuevo.

Se despide aquí un servidor, Luis Otero, dándote las gracias por haberme acompañado en este primer viaje del Valle de Boquer.

Espero poder contar contigo en el próximo episodio de Boquer. No te lo pierdas.

Un abrazo y hasta pronto.

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